Mirada al cielo.

Tras el éxito de Hitler con Polonia y centro-sur de Europa sus ansias de dominar Europa se veían frustradas por un rival que le combatirá durante toda la Segunda Guerra Mundial: Reino Unido de la mano del primer ministro Winston Churchill.

 

La gran resistencia británica se verá perfectamente reflejada en la Batalla de Inglaterra. Tras la toma de buena parte de Europa continental y eliminación de uno de los principales enemigos de la Alemania nazi (Francia) Hitler empieza a pensar en un plan para eliminar a su único enemigo que le queda en pie y ese es Reino Unido. Mediante la Operación León Marino Hitler planeaba desembarcar en Inglaterra y conquistarla. Esta tentativa comenzó con el bombardeo constante por parte de la Luftwaffe (fuerza aérea nazi) de zonas británicas entre las que se encuentran Londres. Por un momento, en la opinión pública británica se decía y comentaba que el país estaba cada vez más cerca de la rendición. La población inglesa aguanto 4 meses el constante y doloroso bombardeo de sus ciudades. Mientras tanto, la RAF (fuerza aérea británica) luchaba encarnizadamente contra la Luftwaffe en los cielos del Canal de la Mancha, donde, en principio, los alemanes tenían una amplia superioridad. No solo se combatía en los cielos sino que en el mar la cosa se complicaba para Hitler, su débil Kriegsmarine se tenía que enfrentar a la entonces más poderosa fuerza naval, la marina británica o Royal Navy. 

La derrota de Hitler en la Batalla de Inglaterra frenó los ansias del control de Hitler de Europa en su totalidad y además, su rival nacía de las cenizas más fuerte moralmente de lo que estaba al principio de la guerra.

El próximo movimiento de Hitler será la invasión de la URSS. En 1941 las potencias del Eje ya no solo se enfrentarán contra los británicos sino que también se unirán a la guerra tanto EE.UU tras el ataque a Pearl Harbour como la URSS.

¿Consideras que sin la resistencia británica la guerra habría terminado de otra manera? Déjame tu opinión en los comentarios.