El 22 de junio de 1941 comenzó la mayor operación de invasión de la historia de los conflictos bélicos. La Alemania nazi comenzaba la Operación Barbarroja con el fin de invadir la URSS, que hasta ahora se había mantenido fuera del punto de mira alemán. La invasión pillo desprevenidos a los soviéticos, suponiendo un avance brutal de las tropas de Alemania en los primeros momentos de la operación.
La estancia alemana en la URSS durará mas de dos años, en los que los soviéticos, ante la falta de poder militar para echar a los nazis de su territorio recibirán ayuda de las demás potencias aliadas como EE.UU y Reino Unido. Esta operación supuso una cantidad de pérdidas humanas y materiales para la Alemania nazi de las que nunca se recuperará. De hecho, muchos historiadores defienden la idea de que esta invasión, supuso el comienzo del fin para el Tercer Reich. La existencia de antecedentes históricos como el de Napoleón explican el fracaso de la operación, provocada principalmente por la política de tierra quemada llevada a cabo por los soviéticos y el invierno ruso que perjudico los movimientos de las tropas alemanas.
En este frente oriental se produjeron algunas de las batallas más sangrientas y crueles de la Segunda Guerra Mundial como la de Stalingrado o la de Leningrado y la batalla de carros de combate más grande de la historia, la batalla de Kursk.
En los últimos momentos de la invasión alemana la desesperación de Hitler estaba provocando el hundimiento del Tercer Reich en todos sus frentes. A finales de 1943 Los Aliados ya habían expulsado a los nazis de la URSS, controlaban el norte de África, habían desembarcado en las playas de Sicilia y preparaban la gran invasión en las playas de Normandía. El Tercer Reich de 1000 años soñado por Hitler estaba llegando a su fin, aunque todavía faltarían dos años más para la rendición incondicional de la Alemania nazi.
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